Recordamos en las películas de los años 50 y 60’s como los protagonistas tenían siempre en la mano extravagantes cocteles alcohólicos en las fiestas, en la playa y reuniones sociales de todo tipo.
La coctelería es un arte y es una parte fundamental de cómo bebemos alcohol en nuestros momentos de esparcimiento. A últimos años, el término que ha cobrado fuerza es mixología, que viene de la palabra en inglés mix y que significa mezclar.
Ya no nos referimos a la persona que prepara nuestros cocteles como bar tender, ahora es un mixologista, una persona experta en mezclas. Incluso ya podemos diferenciar entre ambos, ya que el término bar tender no ha caído en desuso, pero se refiere a alguien que simplemente ejecuta las recetas.
Un mixólogo no sólo ejecuta recetas, investiga y crea recetas nuevas. Aunque mixología es un término cuya tendencia es reciente, apareció por primera vez en 1987 y se cree que su origen fue el libro “How to mix drinks” escrito por Jerry Thomas y publicado en 1862.
Este campo evoluciona constantemente como lo demuestra la mixología molecular que tiene su origen en la gastronomía molecular. En este tipo de mixología se vale de la ciencia para involucrar elementos como polvos, espumas, geles y sprays, los cuales buscan mejorar la presentación de los tragos.
La mixología molecular modifica elementos como la densidad y la viscosidad de diferentes elementos, haciendo de cada coctel toda una experiencia sensorial.
Ser un mixólogo no es solo saber servir tragos en las fiestas con tus amigos, es una profesión que requiere de una preparación intensiva y sobre la cual pueden encontrarse cursos presenciales o en línea con acreditaciones oficiales.
Se puede recomendar a quien quiera ser mixólogo:
- Ser creativo.
- Aprender de otros.
- No tener límites.
- Conocer sus herramientas.
- Adquirir herramientas de calidad.
- Estudiar
La mixología es un campo profesional muy amplio en el que la creatividad no tiene límites y donde literalmente serás el alma de la fiesta.